martes, 15 de abril de 2008

ESCRITO EN CANA

“Mi nombre es César González y estoy en cana hace tres años. Tengo 19 y nací y me crié en la Villa Carlos Gardel, donde es más fácil conseguir un porro que un libro o un arma que una lapicera. Donde en mi casa, el mate cocido con pan era el único menú del día. Donde me junté con otros pibes como yo, pobres como yo, con hambre como yo e inconsciente- mente manipulados por el materialismo como yo, y salimos a robar o mejor dicho, a recuperar lo que el porvenir nunca nos dio. Mi escuela fue la calle, mis próceres no fueron San Martín ni Belgrano, sino el que se robó un blindado o el que mató a un policía. Con esa cultura fui creciendo, con el olor a marihuana soplando junto al viento, con la panorámica diaria de los carros de los cartoneros al amanecer. Con mucha tristeza, amargura y autodestrucción que me generaban las adicciones, todo cargado en un inconsciente perfectamente ideado por el poder. Pero un día, con el óxido de las rejas de fondo, me descosí la boca y empecé a vomitar toda la resignación que el encierro me había hecho tragar y a pesar de seguir encerrado hasta hoy, me fugué mentalmente y mi mente hoy es libre. Pueden esposarme las manos, pero nunca las ideas.”

Texto publicado en la revista ¿Todo piola?.

César (al 13/04/08) lleva tres años cumpliendo la condena por secuestro extorsivo en un Instituto de Menores. Desde adentro, edita la revista ¿Todo Piola? con una tirada de 300 ejemplares. Piensa que “la falopa es una gran herramienta del poder para tenernos a todos con los cerebros en pausa.”

FUENTE: DIARIO CRITICA DE LA ARGENTINA. 13 de Abril de 2008. Sección Sociedad, Pág 29.